ALMARGEN Tendencias para un periodismo del futuro
La Jornada San Luis publicó su última edición impresa este viernes 21 de abril de 2017, después de editarse desde 1989. Es parte de la crisis que atraviesa la empresa editora en la capital del país. “La producción noticiosa y el caudal editorial tienen su mayor resonancia en el campo del Internet, a través de su difusión en sitios propios y en los espacios consagrados de Twitter y Facebook, pero los criterios de asignación de publicidad, por parte de los clientes, siguen atados a la inercia del papel”, dice su director Julio Hernández López en el siguiente texto que explica los motivos del cierre.
La Jornada San Luis da el salto digital
Por Julio Hernández López
La Jornada San Luis ha tomado la decisión de dar el salto digital. La edición impresa que hoy tiene en sus manos el lector es la última en este formato, sostenido desde noviembre de 1989, en que arrancó la aventura editorial de libertad y profesionalismo que hoy termina su fase de papel para pasar a la arena moderna del Internet.
El transcurrir jornalero potosino ha sido venturoso en términos periodísticos. Durante casi dos décadas ha dado registro de los acontecimientos más importantes de la comunidad potosina, con especial acento en aquellos que suelen ser desatendidos o tocados de paso. Fiel a su origen, el diario nacional La Jornada, la expresión potosina ha procurado dar voz a los que no tienen voz y ofrecer su espacio a las denuncias y señalamientos contra abusos de poder. Si hubiera que hacer un recuento de lo hecho durante estos años de periodismo en papel, estaría integrado por los casos en que este diario se mantuvo al lado de la crítica y las causas sociales más necesitadas de difusión.
La llegada de nuevas tecnologías de comunicación masiva ha sumido a directivos y empresas en un debate del que aún no hay indicios de triunfos definitivos, a no ser el implacable avance de la preferencia general, sobre todo de las nuevas generaciones, por los recursos de Internet, por encima del tradicional papel y, en el caso de lo electrónico, por encima de los programas informativos de radio y televisión, que van quedando en el rezago.
Vigoroso y, hasta ahora, imparable, el cambio de los comportamientos del público se desarrolla en México en una paradoja en términos económicos: la producción noticiosa y el caudal editorial tienen su mayor resonancia en el campo del Internet, a través de su difusión en sitios propios y en los espacios consagrados de Twitter y Facebook, pero los criterios de asignación de publicidad, por parte de los clientes, siguen atados a la inercia del papel, a la aferrada predominancia nostálgica de lo impreso, sin ajustar en sus tarifas y planes publicitarios la realidad cambiante. Todos los periódicos del mundo se mueven actualmente entre las aguas, a veces con apariencia de chocar entre ellas, de sus procesos on line y sus redacciones tradicionales. La inmediatez alcanzable en Internet se confronta con la profundidad que se aspira a tener en el papel, pero a fin de cuentas es muy difícil para los directivos de los periódicos el decidirse a pasar en definitiva hacia los nuevos formatos, para decir adiós a lo tradicional.
La Jornada San Luis ha tenido una buena experiencia con la presentación de sus notas, reportajes, artículos de opinión, fotografías y caricaturas en Internet. Más allá de las limitaciones económicas y tecnológicas, que siempre han acompañado a este diario, la comunidad jornalera potosina ha avanzado con éxito en el abordamiento de las nuevas tecnologías.
Hoy, con este último número en papel, la comunidad jornalera potosina confirma su vocación de modernidad, manteniendo el compromiso de seguir haciendo un periodismo comprometido con la verdad y la honestidad. Adiós al papel, bienvenida la nueva etapa, a plenitud, en Internet. Gracias a todos quienes nos han acompañado en esta etapa del diario impreso, y nos seguiremos viendo y leyendo en las pantallas del presente y del futuro.
Fuente: La Jornada San Luis
