Hace 20 años, en febrero de 1992 fue cerrado el Parque de las Agujas, en Zúrich, Suiza. Era un espacio abierto a la drogadicción al que acudían toxicómanos de todo Europa a inyectarse. Más de tres mil personas llegaban a diario.
Después del cierre, motivado por las condiciones poco higiénicas del parque, Suiza adoptó nuevas medidas en materia de drogas para proteger mejor a los farmacodependientes, a partir de una perspectiva de salud pública.
Un reportaje de Televisión Suiza documenta esa historia con el testimonio del doctor André Seidenberg, quien fue pionero en el enfoque de tratamiento a las adicciones, así como la experiencia de una toxicómana que era asidua al parque. Autorizar la distribución controlada de drogas fue una medida correcta, afirma el especialista.