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El jefe del grupo criminal La Línea, José Antonio Acosta Hernández, El Diego, fue sentenciado a diez cadenas perpetuas en una corte federal en El Paso, Texas, pero no podrá ser juzgado por cientos de asesinatos que se le atribuyen en Ciudad Juárez, como el del periodista Armando Rodríguez Carreón, El Choco.
De acuerdo con El Diario de Juárez “a ‘El Diego’ se le atribuyó la autoría intelectual del asesinato de nuestro compañero Armando Rodríguez Carreón ‘El Choco’, quien fue victimado la mañana del 13 de noviembre de 2008 cuando salía de su casa para llevar a su hija a la escuela y luego dirigirse a su trabajo en El Diario”.
En la columna política institucional de El Diario, publicada este domingo 8 de abril bajo el título “Crímenes en el limbo”, el rotativo fija una postura editorial tras revisar el caso de El Diego, sentenciado en Estados Unidos pero que nunca será juzgado en México por los miles de delitos que se le atribuyen:
En particular, si a este personaje se le vincula con la autoría intelectual del asesinato de nuestro compañero Armando Rodríguez, también a su viuda y sus hijos como a la redacción de El Diario se nos debe una explicación por parte de las autoridades mexicanas, porque es claro que nuestra constante exigencia de justicia se quedará en el aire tras el proceso que se le siguió en El Paso.
El ex policía estatal identificado como el jefe de La Línea, el brazo visible del grupo criminal conocido como cártel de Juárez o de los Carrillo Fuentes, es señalado por las autoridades mexicanas y el Departamento de Justicia de Estados Unidos como responsable de ordenar al menos mil 500 asesinatos y de diversos delitos como el de tráfico de drogas.
Entre otros, se le atribuyen varios multihomicidios, como el de 15 jóvenes en Villas de Salvárcar, el de 13 jóvenes en una vivienda en Horizontes del Sur, el de 19 personas en el centro de rehabilitación “Fe y Vida” en la ciudad de Chihuahua, el atentado contra policías federales con un carro bomba y el crimen de la subprocuradora estatal Sandra Ivonne Salas.
El jueves 5 de abril de 2012, Acosta Hernández se declaró culpable de 11 delitos, entre ellos, tráfico de drogas, lavado de dinero, de asociación ilícita. También aceptó ser culpable de siete cargos por asesinato y tenencia de armas, relacionados con un triple homicidio ocurrido el 13 de marzo de 2010 en Ciudad Juárez, en el que perdieron la vida Lesley Ann Enríquez, empleada del Consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, así como de su esposo Arthur Redelfs, oficial de la Cárcel del Condado de El Paso, y de Jorge Salcido Ceniceros.
Por esos cargos fue sentenciado a siete cadenas perpetuas en forma simultánea y a tres consecutivas, además de 20 años de cárcel adicionales. Sin embargo, en México un juez federal no aceptó competencia para procesarlo penalmente antes de su extradición a Estados Unidos el 16 de marzo de 2012. En el fuero común tampoco se le formularon cargos.
