viernes , 26 abril 2024
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Arresta la PGR al comandante que torturó a la periodista Lydia Cacho

El comandante de la Policía Judicial de Puebla, José Montaño Quiroz, fue arrestado por agentes de la PGR adscritos a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión, quienes cumplimentaron una orden de aprehensión en su contra por su probable responsabilidad en las torturas infligidas a la periodista Lydia Cacho en 2005.

“Exactamente nueve años después de que encabezó al grupo de policías judiciales que secuestró y torturó a la periodista Lydia Cacho, el comandante José Montaño Quiroz ingresó a la cárcel municipal de Cancún”, reporta emeequis.

“Hoy 16 de diciembre, fecha en que se cumplen exactamente nueve años de mi secuestro legal orquestado por el gobernador del Puebla, por la Procuradora y por Kamel Nacif, fue arrestado el comandante del grupo que me llevó por carretera y torturó durante veinte horas”, escribió Lydia Cacho en un texto elaborado con motivo de la aprehensión de Montaño Quiroz.

El juzgado segundo de distrito recibió a Montaño Quiroz en la cárcel municipal de Cancún ayer 15 de diciembre bajo la causa penal 50/2014. Montaño fue arrestado en la ciudad de Puebla este 11 de diciembre, ya que la Fiscalía de Delitos contra la Libertad de Expresión cumplimentó la orden de su arresto luego de nueve años de dilación procesal. “Sabemos que la Fiscalía reaccionó solamente luego que de llevamos el caso a Ginebra ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU”, expresó la autora de Los demonios del Edén.

“Existen órdenes de aprehensión en contra de los otros policías cómplices pero hasta el momento están prófugos. Sin embargo, a pesar de la evidencia, la fiscalía que pertenece a la PGR se ha negado a detener a la procuradora de justicia y a los otros cómplices que orquestaron el secuestro legal, la tortura y el encarcelamiento a fin de proteger a una red de pornografía  infantil y también con el fin de anular mi libertad de expresión como periodista”.

En su texto Lydia Cacho recuerda que aunque el delito de tortura se persigue de oficio en México, “veremos si los juzgados de Quintana Roo llevan a cabo su trabajo de forma transparente y efectiva. Debo dejar claro que los abogados del policía Montaño Quiróz son José Aparicio Nieto y Jorge Fink Serra, éste último fue abogado defensor de Kamel Nacif en el juicio que el Rey de la Mezclilla interpuso en mi contra y que gané 12 meses después de mi arresto, demostrando que el contenido de mi libro Los demonios del edén contenía documentos y hechos verídicos. Fink Serra es uno de los despacho legales más caros de la ciudad de Cancún y se ignora quién paga la defensa del policía y por qué eligió a los abogados de Kamel Nacif y de Jean Succar Kuri ( hoy sentenciado a 113 años de prisión por los delitos de pornografía infantil y trata de menores)”.

“Más allá de mi persona mi caso se ha convertido en una radiografía perfecta de cómo se planean los crímenes de Estado. No siempre se sobrevive para contarlo, no siempre se tiene a ustedes, las buenas periodistas y valiosos colegas para seguir evidenciando el caso y armar el rompecabezas de las acciones concertadas entre elementos el Estado y miembros de grupos criminales”.

Lydia Cacho advierte que aún no es posible cantar victoria, pues este caso de tortura ya se había abierto en Puebla, pero luego fue llevado a Cancún, “donde un juez penal determinó en 2007 que a pesar de existir elementos de prueba sobre la tortura el Código de Procedimiento Penales de Quintana Roo no permite que en el estado se juzguen a servidores públicos asignados a otras jurisdicciones que han cometido actos de tortura fuera de ellas”. Por lo anterior, el juez se declaró incompetente para juzgar el caso y lo reenvió a Puebla. Mis abogados y yo exigimos en 2007 que fuera atraído por la Fiscalía Especial de PGR. Ahora que lo vuelven a traer a Cancún ignoramos si el juez segundo de distrito aceptará la competencia estatal.

“Montaño Quiroz fue muy claro conmigo una vez que me entregó hace nueve años en manos de los custodios en la prisión de Puebla: ‘Si usted testifica contra nosotros se va a morir, sabemos muy bien dónde vive’”.

A pesar de ellos, Lydia Cacho confiesa que no celebra la detención, a pesar de que Montaño “fue el más violento y cruel de mis torturadores”; es apenas, dice, el más débil eslabón de una cadena de operadores del Estado capaces de lo indecible para proteger a criminales que pretenden aniquilar la vida de niños y niñas. “Les he preguntado a mi abogados si puedo otorgarle el perdón a Montaño a cambio de que testifique contra los que instrumentaron estos delitos. Es imposible, la ley persigue de oficio la tortura y el perdón no tiene cabida”.

Fuente: emeequis

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